Inmunes al cáncer: el blog del CRI

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Sergei G’s Immunotherapy Story

Linfoma

Todo el procedimiento está muy bien orquestado, es casi como una investigación de la CIA.

La historia de Sergei

Cuando los médicos le dijeron a Sergei German, de 54 años, que su cáncer justificaba adoptar un criterio de observar y esperar, se sintió inquieto. Sabía que quienes tenían su tipo de cáncer, el linfoma folicular, pueden vivir muchos años sin tratamiento, pero no le gustaba la idea de dejar su destino al azar. 

En ese momento decidió buscar ensayos clínicos. Encontró uno que le interesaba en el Mount Sinai Hospital de Nueva York, a cargo del Dr. Joshua Brody. El ensayo clínico  consta de tres partes diferentes. La primera es inyectarle al tumor una molécula llamada citocina, que atrae células dendríticas hacia el lugar del tumor. A las células dendríticas se las conoce como profesionales en la presentación de antígenos: su trabajo principal es recoger antígenos extraños y cancerosos y presentarlos para que las células del sistema inmunitario los «ataquen».

La segunda parte es la radioterapia localizada del tumor para destruir las células cancerosas y liberar sus antígenos específicos. La última consiste en inyectarle al tumor una molécula adyuvante que empuja a las células dendríticas hacia un torbellino de presentación de antígenos.
 
Sergei comenzó el tratamiento a principios de 2014. TheAnswertoCancer (TheA2C) conversó con él sobre lo que le atrajo de este tratamiento y sobre cómo le está resultando.

Preguntas y respuestas

¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?

Como le pasa a muchas otras personas, vi que tenía un bulto en el cuello. No pude darme cuenta de qué era y no le presté mucha atención. Lentamente siguió creciendo y se veía extraño, así que fui a ver a mi médico, quien me envió a otro médico de inmediato. Me hicieron una biopsia de mínima invasión. Luego, una exploración por TAC confirmó que tenía algo en el cuello. Por fin, mediante una biopsia por incisión determinaron el diagnóstico de linfoma folicular.

¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?

Para los pacientes con carga tumoral baja, como yo, la solución era no hacer nada, solo esperar. Y es un poco frustrante. Psicológicamente, es duro ver como eso crece en nuestro cuerpo.

Quería estar en este ensayo porque es lo mejor que me podría pasar. Por un lado, casi no tiene efectos secundarios en comparación con otros tipos de tratamientos. Además, puede repetirse. Con los tratamientos tradicionales, los efectos se van atenuando y no se puede hacer el mismo tipo de secuencia una y otra vez. Con este tratamiento sí. Y al menos no excluye ninguna otra opción. Así que es otra arma para sumar al arsenal y combatir esta enfermedad. Creo que es una oportunidad fantástica.

Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?

Primero me dieron inyecciones diarias durante unas tres semanas. Luego tuve la radioterapia. El nódulo que querían destruir estaba en mi cuello, así que marcaron exactamente su ubicación con un pequeño tatuaje y dirigieron el arma hacia ese nódulo. Habrán tardado unos minutos como máximo, y después tuve que ir en otro momento para repetir el procedimiento. En las siguientes semanas, el nódulo se esfumó. Luego, el sistema inmunitario, los linfocitos T, buscan las células cancerosas y comienzan a eliminarlas. Así que todo el procedimiento está muy bien orquestado. Se mide casi al minuto lo que se hace; es casi como una investigación de la CIA.
 
En lenguaje claro, el propósito es entrenar al sistema inmunitario para que actúe en las células cancerosas. Por un lado parece algo simple: se trata, más o menos, de entrenar al sistema inmunitario para que trate a las células cancerosas como si fueran un virus. Pero, por el otro, requiere mucha investigación y creo que todavía se sigue investigando.

Los efectos secundarios son fácilmente tolerables. En algunas ocasiones tuve fiebre de más 38 grados centígrados, pero duró solo un día, tal vez un día y medio, y pude controlarla con medicamentos de venta libre.

¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos?

 Creo que es un método fantástico. Prácticamente no hay nada que perder cuando estamos en esta situación particular. Si una persona requiere tratamiento inmediato, es otra historia. Pero para quienes están en un momento de espera y observación, creo que es una oportunidad demasiado buena como para perderla.
 
Y lo otro es que la revista Science eligió la inmunoterapia como el descubrimiento científico del año 2013. Así que realmente está dando frutos. Es sorprendente ver hasta qué punto ha avanzado la ciencia en los últimos 15 años.
 
Este ensayo es solo el comienzo de la investigación, por lo que es de esperar que se siga aprendiendo. También espero que esto ayude a otras personas.

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