Immune to Cancer: The CRI Blog

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Curtis Garbett’s Immunotherapy Story

Cáncer de vejiga | 2015

Avanzar en la investigación del cáncer y visualizar un futuro inmune al cáncer de vejiga

La historia de Curtis

Actualmente recibo un tratamiento para el cáncer de vejiga metastásico con pembrolizumab (Keytruda), un inhibidor de puntos de control de PD-1, y pemigatinib, un inhibidor de FGFR.

Tenía 38 años cuando aparecieron los síntomas: micción más frecuente y cansancio ocasional. Sin embargo, los síntomas iban y venían. En febrero de 2015, me hicieron una RTUP que reveló un carcinoma urotelial de bajo grado, con focos sospechosos de invasión del tejido subepitelial, una parte rara del músculo sin indicios de invasión. Me sometí a una segunda RTUP y me colocaron un stent doble J en el lado derecho. Después de dos semanas en el hospital, me realizaron cistoscopias regulares y tuve consultas de seguimiento con mi urólogo. Durante los siguientes nueve meses todo marchó bien. Los resultados de las cistoscopias eran normales y no había indicios de cáncer en la vejiga. 

En una exploración por TAC que me hicieron en diciembre de 2015 se vieron manchas en el pulmón y el ganglio retroperitoneal que preocuparon a mi urólogo. Me derivó entonces a un oncólogo y, el 31 de diciembre de 2015, a los 39 años, me diagnosticaron cáncer de vejiga en estadio IV con una desoladora supervivencia estimada de uno a dos años.

En los siguientes cinco meses me hicieron una biopsia a pulmón abierto para extirpar los nódulos pulmonares, me colocaron un catéter, me realizaron pruebas genéticas y recibí seis ciclos de gemcitabina y cisplatino. Durante ese período también fui al Instituto oncológico Duke para que me confirmaran como paciente. De ese modo, si el cáncer volvía en algún momento, tendría más opciones de tratamiento disponibles. Durante los seis ciclos de quimioterapia tuve miedo, pero tenía un excelente equipo médico que me brindó información y apoyo, así como una magnífica red de apoyo para mi familia.

Una vez terminada la quimioterapia en mayo de 2016, las exploraciones de imagen por TAC no mostraron indicios de la enfermedad. Durante los siguientes 11 meses tuve controles de seguimiento, con exploraciones de imagen por TAC y cistoscopias cada tres meses, y seguí escuchando la buena noticia de que no había indicios de la enfermedad. En abril de 2017, la exploración por TAC reveló adenopatía mediastínica. Me sorprendió cuando el oncólogo me dio esa noticia. El siguiente paso fue regresar al Instituto oncológico Duke y explorar los ensayos clínicos que había disponibles para mí.

Pude comenzar el ensayo clínico de Incyte 101 en mayo de 2017, convirtiéndome en la segunda persona en el mundo en recibir el fármaco del estudio (pemigatinib, un inhibidor de FGFR) y pembrolizumab. Ese año fui galardonado con el premio Best of BCAN, en reconocimiento a la excelencia de los voluntarios y al compromiso con la comunidad del cáncer de vejiga. En 2018 el cáncer de vejiga regresó y, en este momento, estoy en tratamiento con pemigatinib y pembrolizumab. El tratamiento actual está reduciendo los tumores cancerosos. 

A diciembre de 2018 sigo en tratamiento por el cáncer de vejiga metastásico. También estoy participando en un proyecto de investigación que incorpora la salud y resistencia cardiorrespiratorias. El ejercicio físico incide en el sistema inmunitario al transportar al torrente sanguíneo las células que combaten las infecciones y los tumores. El ejercicio intenso también redistribuye el torrente sanguíneo a los órganos y reduce la circulación sanguínea al estómago. Por lo tanto, el ejercicio intenso durante el tratamiento de infusión tiene el potencial de reducir los efectos secundarios, como náuseas y cansancio, y mejorar la eficacia de los tratamientos. Este estudio tiene como objetivo determinar si esta redistribución de las células inmunitarias es similar en pacientes con cáncer y cuáles son los efectos del tratamiento de infusión.

El tratamiento del cáncer de vejiga ha sido una etapa conmovedora y aterradora para mí y mi familia, con muchas incógnitas y preguntas. Enfrenté los desafíos reales del diagnóstico y el tratamiento pero, por supuesto, también me preocupaba lo que pasaría conmigo y con mi familia. («¿Por qué me pasó esto a mí?»). Dedico mucho tiempo a aprender sobre el cáncer de vejiga y a obtener información sobre lo que puedo hacer para seguir luchando contra el cáncer. También trato de encontrar formas de generar conciencia sobre los tratamientos para el cáncer de vejiga y de seguir difundiendo información sobre este cáncer en las redes sociales. Ahora presto más atención a lo que como, a los productos que uso y a las cosas a las que me expongo. También vivo cada momento ahora más que nunca. No me estreso por las cosas y disfruto de la vida tanto como puedo. Tuve y tengo la suerte de contar con una gran red de apoyo familiar, así como con un equipo médico que ha respondido pacientemente a mis preguntas y me ha ayudado a entender mi diagnóstico y las opciones de tratamiento.

Mi consejo para los pacientes que acaban de recibir su diagnóstico es que se apoyen en su familia y en el sistema de atención médica. No tengan miedo de pedirles a los médicos y familiares lo que necesitan. Hablen con sus médicos y háganles saber que necesitan que les dediquen tiempo, ya que es esencial tener una buena relación médico-paciente. Hagan siempre tantas preguntas como puedan y asegúrense de tener en cuenta lo que es mejor para ustedes. Siempre recuerden que no están solos en su lucha contra el cáncer.

PUESTA AL DÍA: Curtis Garbett falleció en febrero de 2021, más de seis años después de su primer diagnóstico. Los tratamientos prolongaron su vida unos 4 o 5 años, durante los que se dedicó con amor a apoyar a sus compañeros pacientes con cáncer de vejiga. 

Preguntas y respuestas

¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?

Me enteré de que tenía cáncer de vejiga el 7 de febrero de 2015 cuando, mediante una ecografía, me descubrieron un tumor del tamaño de una pelota de béisbol en la vejiga.

¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?

Me enteré de la inmunoterapia cuando fui a ver a un oncólogo para conocer las opciones de ensayos clínicos que estaban disponibles para mi caso. Decidí seguir adelante con el tratamiento de inmunoterapia porque este método usaba mi propio sistema inmunitario para combatir el cáncer, y los efectos secundarios eran menos graves que los de la quimioterapia.

¿Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?

El único efecto secundario que tuve fue cansancio.

¿En qué se diferencia la inmunoterapia de otros tratamientos que pueda haber recibido?

He visto excelentes resultados con los tratamientos de inmunoterapia. Los efectos secundarios son menos graves en comparación con la quimioterapia.

¿Hay algo que le haya sorprendido de su experiencia con el cáncer?

Cuando me diagnosticaron cáncer de vejiga metastásico en estadio IV, las probabilidades no eran buenas. Me dijeron que, en general, la esperanza de vida en personas con un cáncer similar era de uno a dos años. Día a día me sorprendo de mi experiencia con el cáncer porque sigo vivo y diría que muy bien; han pasado cuatro años y sigo aquí. Creo que esto se debe a los avances en las investigaciones del cáncer de vejiga y a los nuevos tratamientos, como la inmunoterapia.

¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos?

Como defensor de pacientes con cáncer y de la investigación, los invito a que defiendan las formas en que se puede mejorar la investigación, ya sea a través de la participación en ensayos clínicos o en estudios de investigación voluntarios. Si nos comprometemos a participar en ensayos clínicos se podría avanzar en la investigación del cáncer y abrir el camino para futuros pacientes.

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