Pacientes Dale B Area of Research: Skin Cancer Skin Cancer La historia de Dale Cuando Dale era un niño siempre estaba al sol. Trabajaba al aire libre y no se protegía la piel de la perjudicial radiación ultravioleta. Años después, le aparecieron manchas escamosas en la cabeza que luego evolucionaron a carcinoma cutáneo de células escamosas, el segundo tipo más común de cáncer de piel. Las cirugías, los injertos de piel y la quimioterapia no fueron suficiente para evitar que sus tumores se diseminaran. Preocupado por su futuro y habiendo agotado las opciones de tratamiento habituales, Dale se inscribió en un ensayo clínico que probaba un anticuerpo bloqueador de PD-1 denominado cemiplimab. El medicamento eliminó todos los tumores del exterior de su cabeza en unas seis semanas. Hoy, Dale está en remisión completa y puede disfrutar de su vida con Donna, su esposa, y sus dos hijos. Preguntas y respuestas ¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?Dale: En 1985 comencé a tener manchas escamosas en la cabeza (queratosis actínica). Fui al dermatólogo y me aplicó crioterapia. Años más tarde comenzaron a aparecer células cancerosas. En diciembre de 2015, después de la cirugía, me diagnosticaron carcinoma cutáneo de células escamosas y el cáncer estalló en mi cabeza. ¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?Dale: Como la cirugía y la quimioterapia no surtieron efecto, me derivaron a un ensayo con medicamentos en el START Center for Cancer Care de San Antonio. Así fue como me enteré de este tipo de tratamiento. Mi aprendizaje empezó allí con el Dr. Drew Rasco. Me dijo francamente que este nuevo medicamento (cemiplimab) solo funcionaba en el 30 % de las personas que lo recibían. Decidí seguir adelante porque no tenía otras opciones. ¿Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?Dale: El tratamiento de inmunoterapia fue excelente. No tuve ninguno de los efectos secundarios de la quimioterapia; de hecho, no sufrí ningún efecto secundario. Todo volvió a la normalidad. Volví a tener apetito. Mi primer tratamiento después del diagnóstico fue la cirugía. Después de la cirugía no podía recibir quimioterapia ni radioterapia por un mes, y en ese tiempo los tumores empezaron a crecer alrededor del lecho quirúrgico. En las primeras dos semanas de quimio la cantidad de tumores bajó y luego, en las dos semanas siguientes, los tumores volvieron. Mi oncólogo dijo que no quería darme medicamentos que no funcionaban, por lo que necesitábamos encontrar un ensayo clínico. En comparación con la quimio, la inmunoterapia fue excelente. No tuve ningún efecto secundario. ¿Hay algo que le haya sorprendido de su experiencia con el cáncer?Dale: El tratamiento me sorprendió. Con la quimio, cuelgan cuatro bolsas y la infusión lleva todo el día. Para la inmunoterapia, entraron con una bolsa pequeña de 200 gramos y pensé que era una broma. Entramos y salimos en unas cuatro horas. Además, no tuve que usar el catéter de la quimioterapia que tenía en el pecho porque los nuevos medicamentos de inmunoterapia no dañan las venas ni las arterias. El tiempo de respuesta al tratamiento también fue sorprendente en comparación con mis experiencias anteriores. A las cuatro semanas observamos cambios visibles en los tumores. El fármaco eliminó todos los tumores de la parte externa del cráneo en unas seis semanas. ¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos?Dale: Si la inmunoterapia es una opción, ¡ACÉPTALA! Mi única preocupación es el costo, a menos que sea por medio de un ensayo con medicamentos. En un ensayo con medicamentos, el paciente no paga el medicamento.